El Punto G

La edición de Gaudí de este año, no es que me haya pillado por sorpresa. Es que me ha atropellado bellacamente. Yo estaba tan tranquilo con mis jornadas de 14 y 15 horas diarias corriendo de arriba para abajo cuando Dani me llamó y me dijo que este año, en el recinto de la Fira reservado para Gaudí habían montado The Village (nada que ver con la peli, of course), un recinto multimedia para evitar que los famosos y los no famosos, los vip y los no vip colapsáramos la mitad de las peluquerías, salas de maquillaje y pasillos del back stage.

La llamada me pilló de improviso y de pronto caí que el lunes (o sea, anteayer), no solo empezaba la Barcelona Fashion Week sino que Qñao okupa-ría Kan Kinder durante 10 días. Sé que una persona que no tiene más remedio que ajustar su vida, profesional, social y personal con precisión de relojería suiza no debería haber dejado pasar esto por alto. Me explico; no se me había olvidado. Lo que sucede es que pensaba que seria la semana siguiente o dos semanas después.

-Recoger a la hermana de Sam a las 10:00. Done
-Recoger acreditaciones a las 10:15. Done
-Desayuno con la organización y Consellers varios a las 10:30. Shit! Llego tarde por culpa de Sandra que me entretiene porque no encuentra mi nombre. Como compensación me regala una bolsa de Lancôme con Soin Hydratanat Ressource, Soin Regard Anti-fatigue y un pack de Relax Mask.
-Desfile de Antonio Miró a las 11:00. Cuento con el retraso obligado y llego a la pasarela cuando las luces ya se están apagando. Distingo en la primera fila a Erik P. que me saluda con la cabeza. Me sorprendo de verle tan pronto en un desfile (sólo viene por la tarde porque no sabe madrugar), le devuelvo el saludo y me pregunto cómo carajo se las ingenia para estar siempre en la fila de autoridades y yo solo en la segunda).

Lo veo, la ropa es muy Agatha Ruiz de la Prada, en azules pastel. Definitivamente no me gusta para ser Antonio Miró. Me gusta cuando se pone sobrio y sin estridencias coloristas. Me fijo en un par de modelos (as) super guapas y con “algo” que las hace diferentes, creo que es la sonrisa. De los modelos (os) no vale la pena ninguno.

Después del desfile me encuentro con Paco, que me dice que este año Antonio Miró no hace fiesta post desfile (la fiesta de Miró es un “must” en esta semana) y me pregunto quién organizará LA fiesta de esta semana entonces.

Me marcho a trabajar. Llego tardísimo y le echo la culpa al taller del coche. Salgo de trabajar con el tiempo justo de llegar al Camp Nou una vez ya ha empezado el desfile de Dirk Bikkenberg, así que me quedo con las ganas. En cambio, quedo para cenar con Karl (al que hace semanas que no veo) en “La Flauta” y me cuenta que sale con un psiquiatra del Clínico. Me sorprendo de lo impasible que me quedo.

Duermo y me levanto tarde, conduzco a toda pastilla mientras escucho a James Blunt (su disco no me es que me guste, es que me obsesiona). Llamo a Qñao y me dice que ha aterrizado en el mismo vuelo que Jotapordios, le doy instrucciones para llegar a Kan Kinder y queda en que me llama más tarde. Me paso las 2 siguientes horas hablando a la vez con una histérica de Berlín y una cotorra de Ámsterdam sobre lo mismo y sobre lo que no nos ponemos de acuerdo. Me llega un email de Ellen que dice que gracias por todo, y que echa de menos los mojitos y las charlas de las 17:30, cuando le echábamos una ojeada a la facturación. También hablo con Karen hasta que me doy cuenta de que no he comido. Me llevo algo al despacho y trabajo hasta las 21:10.

Salgo corriendo de nuevo mientras no para de sonar “Back to Bedlam” en el cd del coche. Quedo con Qñao y el otro okupa para ver si llegamos al desfile de Colzzi. Llegamos y nos encontramos con la peor organización después de la del ayuda a las victimas del “Katrina”. Echan a todo el mundo y nos vamos a beber algo mientras invitados, diseñadores, organización y prensa se dan de tortas. Por fin entramos y Sandra nos hace un hueco entre Coti, Cárdenas, Paquita Rico (madredeEstefaniLuyk), Mónica Pons y el Tricicle. Todo esto en medio del caos. El desfile empieza con una hora de retraso y la ropa me parece muy Pull&Bear, pero alucino con como se mueve Giselle Bundchen en la pasarela. De ahí nos vamos a la fiesta que Colzzi organiza en La Paloma. “Os” y “As” espectaculares en la lista de invitados, tanto que no nos apetece subir al privée donde está la Bundchen&Co. Tomamos Moët y en un momento de lucidez decidí irme a casa. Porque al fin y al cabo, el show sigue hoy…