miércoles, 17 de marzo de 2010

El Diablo se viste…

Anteayer, como siempre que voy a esa sastrería, me recibieron con la misma falsa familiaridad que utilizan con la mayoría de clientes semi-habituales en todas las tiendas caras. (Efectivamente, Don Troy).

Me acordé de lo impresionado que quedó Rogier cuando se la recomendé para que recompusieran el Hugo Boss que KLM había descompuesto. (¡Cómo no! Don Troy) Tanto, que además del Hugo Boss 2.0, se llevó otro traje y un chaqué. Los dos a medida (no podría ser de otro modo, Don Troy).

Le volví a explicar al mismo dependiente impecable, amable e irritantemente cortés de siempre que quería un traje y que, de nuevo, no hacía falta que me tomara las medidas. (por supuesto, Don Troy).

-¿Sus dos medidas, Don Troy?
-Sí. La chaqueta y dos pantalones; uno de cada - respondo.
-¿Sabe, Don Troy?- pregunta mientras escruta alrededor suyo como si nos espiaran. – La última vez que vino, en el taller me preguntaron porqué siempre pide dos pantalones. Misma tela, misma largura pero con 3 centímetros de diferencia en la cintura y en la cadera.

Pensé como un Piscis piensa. Explicarle de forma amena y con detalle la regular forma en la que mi cuerpo muta en invierno y en verano, engordando y adelgazando sin ningún motivo aparente.

Después pensé en Sam, pensé en Sanzio, pensé en un par de personas más y ahorré: -¿Sabe? Soy Escorpio.

domingo, 14 de marzo de 2010

La alegría de la Huerta (Murciana)

Por lo que me contó durante mi cena de cumpleaños, Sanzio ha rehecho su vida con otro tío. Debe ser (por lo que tuve que oír) un chico encantador, maravilloso, sensible, culto y cariñoso. Seguramente la tiene más grande y folla mejor que yo; pero eso no lo dijo.

Tuve la mala suerte de encontrármelos tres días más tarde. No fue violento, ni incómodo. Sólo punzante.

Y como yo soy muy mal sufridor, agarré al camarero, le dije que me dejara la botella de Absolut cerca y le intenté meter el morro. Los camareros guapos son de una raza superior de personas en cuanto a habilidad de reflejos y me tuve que contentar con el vodka.

Un número que empieza por 968 me despertó a la mañana siguiente. Una tal Isabel me preguntó con voz de adolescente nerviosa si sabía quién era. Elegí el comodín del 50% y dije que sí…
…hablamos (más bien habló ella) mientras yo me preparaba un Neobrufen 600mg para desayunar. Me dijo que había sido un perfecto gilipollas, pero que se había reído conmigo. Insistió en que Murcia no es el culo (de mandril) del mundo, y que lo más bonito que tiene NO son los escaparates de Massimo Dutti. También dijo algo sobre lo barato de mi excusa para no ir a su hotel a pasar la noche y que el fin de semana siguiente no tendría a la niña en casa y que le gustaría que fuera a Murcia. Pero que no me presentaría a la niñera y mucho menos haríamos un trío con ella.

Fuentes contrastadas aseguran que al 8º cubata una chica delgada me dijo algo al oído que me hizo esbozar una sonrisa pastosa y que 20 minutos más tarde nos encontraron en el baño; vestidos (¿…aún…? ¿…ya…?) eso sí.

Las mismas fuentes recomiendan que deje de dar mi número, que algún día encontraré a alguien más zumbado y/o menos inofensivo y/o con menos sentido del humor que yo… y tendremos un disgusto.

jueves, 11 de marzo de 2010

-+-=+

Podría deleitarme en escribir sobre ese curioso fenómeno que se produce únicamente (que yo haya sido testigo) en los conciertos de Fangoria, y que hace que cuanto peor cante Olvido, cuanto peor bailen los que bailan, y cuanto más les cueste levantar a la diva-mega-vixen; el público más se entregue.

Pero no lo haré. No escribiré de cosas tan serias, y escribiré sobre algo mucho más mundano y frívolo como es la ciencia Matemática.


LaRoof es una rubia de las que están buenas, que tiene un novio cuarentón que le da más mala vida que satisfacciones. Y que gracias a una bronca (con el cuarentón) ha terminado improvisando una semana cooltural en Barcelona.


El estado de ánimo de las rubias que están buenas cuando discuten con sus novios es casi menopáusico. Y si a esto le unimos a un polifónico recién divorciado, generalmente obtenemos a dos seres en un estado de apatía digno de la mejor Raquel Mosquera mirando por la ventana, a menos que...

...se esté invitado a la inauguración de "The One", con todos los gastos pagados.

...se redima la resaca de “The One” en el Kiosko Universal.

...se invierta una cantidad considerable de dinero en ese paraíso del consumismo que se llama "Gonzalo Comellas".

…se descanse de las caminatas en el “Caelvm”

…se cene en “Paco Meralgo” y se tomen sendos copazos en el W sin ningún ánimo de evitar que el bucle de alcoholismo vuelva a comenzar.


No falla; la matemática dice que menos más menos es más.


Y el refranero popular de Dereklite:

“Si estás bajo de forma, haz deporte.

Si estás bajo de moral, búscate una rubia que esté buena”.

jueves, 4 de marzo de 2010

Ójala

Durante la segunda parte de mi infancia (aka EGB), como muchos de mi quinta, viví el Divorce-Boom. En los 80 se dejó de ver a las mujeres separadas y/o divorciadas como unas apestadas a las que sus maridos habían abandonado, independientemente de que (ellos) fuesen unos puteros, unos ludópatas o unos chorizos. España no se rompió (a pesar de lo que dijera la Iglesia o Alianza Popular en la época) y miles de personas pudieron recomponer sus vidas.

Con esto llegó también el fenómeno de los niños malcriados que si no conseguían los videojuegos-bicisorbeas-cochesteledirigidos-barbismalibú de mamá, lo harían con toda probabilidad de papá. Eran en aquella época una élite; lo tenían absolutamente todo y gozaba toda nuestra envidia.

Como yo nunca fui uno de estos niños, es cierto que nunca tuve esos traumas de hogares rotos de los que se hablaba, así que me costó entender la diferencia entre separación y divorcio. Con el tiempo y la práctica de ver a los padres de mis amigos, a los hermanos de mis amigos y a mis propios amigos, eso fue cambiando y uno ve que en estas cosas no hay un bueno y una mala, ni un malo y un peor… y comprende que “de dónde no hay, no se puede sacar”. Con lo que llegados a este punto es mejor desear suerte y dar un paso atrás.

Pero aun después de entender esto, y ya en el plano antropológico, me cuesta entender que después de que una pareja lleve 4, 8 o 10 años separados les cueste “concederse” el divorcio: esa libertad/independencia para el futuro.

Mentira. Desde que esta mañana (después de 7 meses separados) firmaramos la cancelación de nuestra última cuenta conjunta, lo entiendo perfectamente.

(Por si pasas por aquí)

jueves, 16 de julio de 2009

This is my pain... show me yours

Ya son dos las semanas las que llevo paseando la pena por un lado y por otro. Pero cuanto más la paseo más ganas tengo de que se despiste y se pierda. Pero la pena como no es como Voss, la cabrona de ella ha aprendido a seguirme, y aunque aunque me meta entre la gente y crea que le he dado esquinazo cuando al llegar a casa la encuentro esperándome con esa sonrisa burlona que sólo puede tener ella.

A diferencia de Voss, que se come todo lo que le echen y luego no hay quien le pare. La pena te devora por dentro y se come todas tus fuerzas.
Llegó cuando Sanzio se marchó. Y ha rellenado todo ese vacío.

Ya es una semana la que llevo sin poder comer nada consistente, los puntos de sutura del dentista se han aliado con la pena, y ahora ella está más que encantada de no tener que hacer todo el esfuerzo sola. El dentista además se ha llevado mi “REC” (Reserva Economica de Crisis) que había decidido invertir en 2 semanas en Brac. Pero eso sí; la pena se viene 10 días a Menorca con todos los gastos pagados.

Espero que al menos esos días con amigos me sirvan para dar esquinazo a la puta pena, y olvidarme de todos los planes que estaban por llegar... y que ya no llegarán.

jueves, 9 de julio de 2009

A Propósito de Troy

Mis propósitos para el verano son sencillos y nada complicados:

No voy a hablar de Michael Jackson y no voy a hablar de Patxi López.

Del uno; por repugnante. Y del otro; porque de los muertos no se habla (y de este está casi todo dicho).

Este año he preferido no hacer(me) promesas que con total seguridad no voy a cumplir. Nada de comer sano. Nada de hacer la digestión antes del zambullirme en aguas cristalinas. Nada de limpiar el coche. Nada de nada. Que para no cumplir lo prometido… ya está el Gobierno.

Prefiero hablar cosas mucho más serias e intelectuales como son los pechos de Eugenia Silva o el culo de Cristiano Ronaldo.

Pero Patxi López y Michael, ni tocarlos.

viernes, 3 de julio de 2009

Un Hombre en el Espacio

Parto de la base de que una de las ventajas del reborn de Dereklite es la presión, o mejor dicho, la ausencia de ella. Escribir por escribir, hablar por hablar y el placer por el placer.

Esta expectativa que durante un tiempo pretérito despertó Dereklite fue el factor principal que me hizo, en su día, rechazar escribir para 20minutos.com. En cuanto algo que te gusta se convierte en obligación, deja de ser divertido.
Y a mí no me gustan las cosas que no me divierten por muy tentadoras que sean económica, social y/o sexualmente.

Claro que todo esto no quita para que, parafraseando al insoportable de Bunbury, uno se asome de vez de cuando a la ventanilla de la nave espacial y se pregunte:
“¿Hay alguien ahí?
¿Alguien me puede decir si alguien me ha echado en falta en todo este tiempo?”
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