Woman on Top (II)

Si bien es cierto que tras documentarme exhaustivamente (sin llegar al límite de leer la biografía, sobre la persona, el mito y la obra de Esperanza Aguirre) donde dije digo digo Diego y me quedo tan popular: Al parecer La Dame Commander y Condesa de Murillo nunca dijo lo de Sara Mago, ni lo de Dulce Chacón, ni que tiene problemas para llegar a fin de mes. Sólo ha dicho lo que ha sido publicado por la Fundación FAES, y de hecho, no todo; sólo lo que es neoliberal. (Ya predije que la Dame Commander y Condesa de Murillo daría que hablar)

Únicamente la mamá de Jose María Jr., Ana y Alonso ha sido capaz de eclipsar (un poco) a Espe. A ella le debemos una nueva concepción de las peras y las manzanas, de la Cenicienta, y de tantas y tantas cosas. Más que política debería ser miembro o miembra de algún comité de Sabios y Sabias a nivel mundial. Directamente.

Pero Ana no sólo tiene ideas, si no que además las lleva a la práctica. Sin ella, su melena de Dinastía y su sabiduría Legionaria de Cristo, Rodrigo Rato nunca habría tenido que desertar, a Mariano nunca le habrían casado, Sanchez Dragó jamás hubiera confesado que le escriben los libros y, sobre todo, Famaztella S.L. no sería el imperio que ahora es.

Pero no sólo en este país hay mujeres con poderes. El Reino Unido ha sido siempre cuna de Super Mujeres. Margaret Thatcher fue es un claro ejemplo. Odiada por muchos, repudiada por el resto, sus propios hijos no podían pueden verla ni en pintura. Ella en cambio era amiguísima de líderes mundiales tan democráticos con Pinochet o Reagan.
Yo, más que como líder político, la recuerdo como dibujo delirante de Ibáñez al que se le iba cayendo un brazo, una pierna o se le salía un muelle. Ella… bueno, ella dicen que no se acuerda de nada.

Allende los mares está la misma perra pero con diferente collar que su marido. Ella dice que gobierna Argentina, pero a mí me da igual. Que corrompa a quién quiera, que se lleve lo que de le dé la gana, que con ese glamurazo y esa actitud (que en esta vida lo es todo) llegará donde quiera. Posiblemente a la cárcel también. Pero entonces conseguirá que las rayas se pongan de moda y que todo lo midamos en varios años, nosecuantos meses y algunos días. Será la Evita que guiará a los Encamisados (by Susana Ortiz) y que, como a Evita, la convertirán en una muñeca rota hasta acabar con ella. Entonces sólo su cirujano de confianza le hará caso. Bueno quizá tu y yo también, depende…