Cumbre Bio - Bcn

Este findesemana, como cada año, durante Formula 1 mi casa se llena de gente. No es una hipérbole… mi casa esta rebosante y repleta de gente. Maletas desde la puerta de entrada hasta la del baño. Pilas industriales de pantalones, cordilleras montañosas de camisetas, kilos de calcetines y alfombras de zapatos...


Jim, Pitxín (la novia de Jim) y Jonan (hermano de Pitxín, por consiguiente Qñao de Jim, y mucho más conocido por este sobrenombre) se habían encargado de enviar con más de un mes de antelación un email de reserva (como en los hoteles de lujo) confirmando fecha de entrada y salida, planning del findesemana y detalles de vuelos. Así que con mi casa en overbooking empezó uno de los fines de semana más delirantes de los acontecidos en Kan Kinder.

Por no sé que tipo de razón (aunque seguro que me la explicaron) su vuelo llegaba a las 7:45 am al Prat del viernes. Un alcoholizado Sam se presentó en mi casa a las 8 y ¼ pidiendo asilo político en nombre de los borrachos oprimidos del after. Le hice un hueco en mi cama hasta que me levanté y le dejé durmiendo hasta la hora de comer.
Jim, Pitxín y Qñao, conscientes de lo turbador que era llegar tan pronto, vinieron al centro en autobús (donde yo ya les esperaba colapsando el tráfico desde una posición privilegiada en medio de un carril-bus). Dimos unas vueltas por Barcelona (era la primera visita de Qñao) y tomamos el Amaiketako (uno de esos aperitivos tan vascos) en Goa, un chiringuito en la playa que para ser mediodía de un viernes estaba ya lleno de gente.

Algunas vueltas de reconocimiento después fuimos a comer a Iurantia esperando noticias de Jotapordios mientras el desconsiderado de él estaba ocupado teniendo la megabronca con Pétalo. Total, que Sam se apuntó a la comida que terminó con una super siesta multitudinaria. Copas, Zoolander, copas, chupitos, cena, copas, más chupitos, Elephant, copas, Catwalk, más copas, gasolineras, Souvenir, más copas y a casa…

El que me conozca sabrá que la cocina y yo somos enemigos íntimos, pero el sábado me desperté creativo y competitivo, así me fui al super (cosa que también odio) y reté a Jim a duelo de cuchillos y espumaderas. Fue así como creé la ensalada más deliciosa del mundo de las ensaladas. Quedé en bautizarla como "Ensalada de cosas verdes y tal" aunque no pude reprimir mis impulsos de vaciar el recipiente de esa droga de las hortalizas, que son los tomatitos cherry (debo añadir que la película del día anterior tuvo su relevancia a la hora de escoger el nombre de la ensalada) . Todo el mundo super a favor de la ensalada aunque ganaron los "Fusilli a la Jimenesca". Repletos de super comida tomamos algo en el Museo Textil e hicimos terapia de grupo… Más bien Jotapordios, pero yo aporté mi grano de arena. Jim, Pitxín y Qñao mantuvieron muy bien el tipo acostumbrándose a las neuras barcelonesas de "te-pillo-te-cuento-toda-mi-mierda-y-me-quedo-superancho-mientras-tú-me-miras-con-cara-de-poker-y-no-entiendes-nada"

Velada de sueño colectiva, de la que me ausenté para asistir a la fiesta postcenadecumpleaños de Titus. Risas, copas y para casa…

Domingo de Formula 1 en Montmeló y de playa en la Barceloneta, con embadurnamiento común de aloe vera para frenar los "uys", "ays" y los "jolíncómoescuece", cena en el Vips y despedida de la expedición Jimenesca que ha salido esta mañana en lo primero que volaba hacia Maternal City…

Ahora queda recoger los restos de batalla campal que es mi casa en este momento, y los restos de lo que fue mi cabeza antes de raparme a lo bonzo…