GQMF

Uno de los problemas de ser Piscis con ascendente Piscis, que lo soy, es tener una imaginación desbordante para cosas más bien poco útiles (por no decir inútiles).

Pero a su vez, en momentos de terrible tedio en reuniones de trabajo, bodas/bautizos/funerales, atascos, fiestas de asistencia obligatoria, etcétera, etcétera… resulta de enorme ayuda; por su capacidad de evasión.

En las últimas semanas he retomado, de los tiempos de Universidad, uno de mis pasatiempos más recurrentes. En aquella época, durante el trayecto de clase al trabajo, clasificaba a cada chica que subía al autobús en “me lo haría con ella” o “no me lo haría con ella”. Me preocupaba que alguna de ellas tuviese poderes para leer mentes, pero durante ese tiempo no me gané ningún bofetón y sí un par de números de teléfono.

El caso es que inconscientemente he recuperado esta forma de gastar el tiempo, sólo que los targets han cambiado, con el cambio propio de la post-adolescencia (porque me niego a llamarlo madurez) y sobre todo con las nuevas técnicas polifónicas.

De modo que hoy, durante un congreso y presa de un aburrimiento pasmoso ante gorgoritos afrancesados y canapés con vino del Penedés, mi mente (libre asociadamente) se ha puesto a clasificar en las “as” que sí y las “as” que no; los “os” que sí, y los que no... de forma que descubro a “Virginie Ledoyen” fumando nerviosamente un Dunhill mientras “Geoffrey Rush” intenta impresionarla con su ingenio. Virginie sí, Geoffrey no.Virginie 1 – Geoffrey 0.

El doble perfecto de “Andrea Casiraghi” come despacio un pastel. Un poco de crema se le queda en el labio superior. Cuando me imagino abalanzándome sobre él como Hannibal Lecter para quitársela, él me mira. Señalo mi labio superior para que se dé cuenta (antes de que yo pierda la compostura), lo capta y me lo agradece con un guiño mientras asiente con la cabeza. Andrea=sí+sí+sí. (Lo que lleva a mi mente a intentar descifrar ¿desde cuando lo hombres se guiñan ojos entre ellos?)

La “hermana pequeña de Carla Bruni” (tiene su misma cara rematada por unos ojos azulcamerondíaz) es parte de la organización y corre de un lado para otro con un walkie. No queda lugar a dudas, va a ser que sí.

Al fondo de todo, el doble de “James Marsden” teclea en su portátil apartado en un rincón y me fijo en su culo. Tiene algo que no me termina de convencer, creo que le faltan hombros para lo alto que es, pero sin duda sería un “sí”. M1 se acerca y me susurra al oído: “Hay un tío con jersey gris en aquel rincón que me pone súper cachonda”.

Me doy cuenta que, después de tanto tiempo, una tía que sabe leer mentes me ha descubierto…