jueves, 9 de noviembre de 2006

Fado

Lisboa es como un disco de Red Hot Chili Peppers. Si te gusta, no defrauda, porque no cambian más que los detalles superfluos.

En un arrebato de aprovechadores de ofertas natos, Mr. Rayght, Titus y un servidor nos hicimos con sendos billetes que apenas daban tiempo y posibilidad de hacer una comida, una cena, una juerga, un posible desayuno y varios posibles polvos entre vuelo y vuelo.

Marriott tampoco defrauda. Sigue tan dorado, tan tapizado y tan Marriott como siempre. Y mi habitación volvió a ser todo lo falsamente acogedora que acostumbra a ser. Me encantó ver a la gente de housekeeping poner la decoración de navidad mientras iba (en bañador) a la piscina (exterior) con unos nada navideños 28ºC. Mientras, a su vez, Mr. Rayght y Titus se quedaban arreglando papeleo en la habitación.

Me costó un poco hacerles salir, así que decidimos saltarnos la parte turística, en pos de comer en un sitio con comida muy sana y muy rica (y un camarero también muy sano y muy rico) para conseguir fuerzas y tirarnos como tigres a las tiendas (y a sus dependient@s, en algún caso). Bolsas, bolsas y más bolsas.

Vuelta al hotel. Siesta. Ducha. Y a la calle otra vez.

A Titus le dio un antojo de cuscús. Allí mismo, en Lisboa. Y como Mr. Rayght no le quita un capricho, me jodí y me aguanté. Pedí una dorada al Oporto y me la comí mientras hablábamos de “aquel del que nunca hablo”, de su vuelta a Barcelona y de un email que había enviado yo. Fue terapéutico. Tanto como el pastel de Belem.

Copas, risas y cambio de hora. Prisa de Mr. Rayght y Titus por terminar más papeleo y todos los cajeros fuera de servicio por el cambio de hora. Taxista que “se pierde” de camino al hotel y en el hotel no me pueden hacer un cash-advance porque no tienen sistema informático a esa hora.

Me jodí (más), subí a mi habitación y me fumé un Marlboro Light en mi non smoking room esperando que los detectores de humo saltasen y nos evacuaran a todos. Sólo eran las dosymedia (antiguas tresymedia).

Definitivamente Lisboa no defrauda. Pero los detalles superfluos pueden estropearlo todo. Si te gustan Red Hot Chili Peppers, mejor les avisas.

10 Comments:

Blogger nanyu fonseca dijo...

hola chato,

a riesgo de repetirme, te dire que lisboa e facil de amar. lo que te ha pasado a ti no es normal en una ciudad del siglo XXI. busca que en algun momento se torcio todo. tampoco es normal lo de la banda esa de pseudorock.

9/11/06 11:03  
Blogger Troy dijo...

Nanyu: Tset, tset, tset (chasqueo de lengua en señal de negación). Eso ES normal en una ciudad del S. XXI... lo mismo que Barcelona es capaz de organizar lo que sea, pero si llueve durante 10 minutos seguidos, se queda sin semáforos.

Y sin hablar del apagón de Nueva York...

Es la involución!!!

9/11/06 11:13  
Anonymous Anónimo dijo...

Terapéutico eres tú.

9/11/06 11:15  
Blogger Troy dijo...

Y tú un poeta... cachisdiez!

9/11/06 11:43  
Blogger Tony Tornado dijo...

¿Tienes a Kurt de negro escribiéndote los posts de viaje?

Lo tuyo es super fort!

:P

9/11/06 12:12  
Blogger Troy dijo...

Mmmm...

Ejem...

Esto...

¿¿¿¿¿¿¿¿PERDONA?????????

9/11/06 12:39  
Anonymous Anónimo dijo...

bueno...

9/11/06 13:44  
Blogger Troy dijo...

Sabía que eras tú... (y me siento muy culpable por tenerte un poco olvidada...)

El otro día cené en un sitio y me acordé de tí!

9/11/06 14:49  
Blogger Sota dijo...

Perdona. Quedarte sin cajeros automáticos NO ES un detalle superfluo. Es una putada.

Y de todo lo demás (furor uterino de tus amigos incluido) no creo que se le pueda echar la culpa a Lisboa...

9/11/06 21:36  
Blogger Tuke dijo...

Deberías haber buscado tu propio papeleo portugués, y todo habría sido más llevadero...

Por cierto, mi isla destila cursilería hoy. Es el día... (suspiro). Estáis invitados a la love island...

10/11/06 13:55  

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