El cerebro al que llama está apagado o fuera de cobertura

8 semanas, con sus correspondientes sábadosdomingosyfestivos, con sus desayunos, sus comidas, sus meriendas, sus cenas y sus pica pica intercoitum. 8 semanas con sus reuniones, viajes de trabajo, viajes de placer y presentaciones. 8 semanas trabajando los festivos y librando algunos laborables. 8 semanas de maletas arriba y abajo.

8 semanas sin parar. 8 semanas de locura.

Mi cerebro en este tiempo ha decidido que a falta de un estrés post traumático real (de los que se llevaban tanto en series de culto como Retorno a Edén) tomar este período y tratarlo como si lo fuera. Mi cerebro sólo recuerda realizar las acciones involuntarias tipo rascar si pica, cerrar los ojos cuando la gata-samurai lanza algo o atender a estímulos sexuales, y las labores rutinarias como trabajar e ir al gimnasio. Pero todas, absolutamente todas quedan olvidadas en un plazo no superior a dos horas.

Nicky+50 me pide informes. Yo los hago, los envío, los recibo de vuelta con correcciones, los modifico y me olvido. Repito; me olvido. Si alguien me pregunta sobre ese informe sencillamente no lo recuerdo. Algo así como los gallegos con el Prestige (pero sin que a mí me unte el PP). Lo mismo me pasa con la pierna rota de mi madre, la cena de la semana pasada con la Rana, La Jungla de Cristal 4.0 o el viaje de Budapest del jueves. No paro de olvidarlas.

Realmente me reconforta saber que la memoria a corto plazo es algo que puedo suplir con una buena agenda, pero que Sanzio me tenga que recordar que le pregunte a Maternal por su tobillo cada vez que hablo con ella hace que me vea más cerca de Memento que de hacerme con una Moleskine.

Gogglereklite: "cirujano plastico de puerto real bolsas de ojos"