'77

El viernes Jimeno, en uno de sus emails desconcertantes y geniales, me envió una serie de reflexiones que si no son originales (que algo me dice que no…) me han hecho pensar muchas cosas… y en algún lugar de mi cerebro, algo hizo click.

En el email me hablaba de gente... La gente que nacimos en el 77 (año arriba, año abajo).

Los que no estuvimos en la Guerra Civil, ni en mayo del 68, ni corrimos delante de los grises, no votamos la Constitución y nuestra memoria histórica comienza con el mundial de fútbol del 82 y Naranjito.

A los que "Cuéntame" nos parece que es una mierda y que hace apología del franquismo.

A los que se nos dice se nos dice que, por no vivir activamente la Transición, no tenemos ideales y resulta que sabemos de política más que nuestros padres y de lo que nunca sabrán nuestros hermanos pequeños y descendientes.

Somos la última generación que hemos aprendido a jugar en la calle a la peonza, las canicas, la goma el rescate, a "churro va" y al pañuelo. Nadie sufrió hernias ni dislocaciones vertebrales. Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y solo volvíamos cuando se encendían las luces de la calle.
A la vez, somos la primera que hemos jugado a videojuegos, hemos ido a parques de atracciones o visto dibujos animados en color. Los Reyes Magos no siempre nos traían lo que pedíamos, pero oíamos (y seguimos oyendo) que lo hemos tenido todo, a pesar de que los que vinieron después de nosotros sí lo tienen realmente y nadie se lo dice.

Se nos ha etiquetado de generación X y hemos tenido que tragarnos bodrios como Historias del Kronen (la película, of course), Al salir de Clase, Melrose place o Sensación de vivir (puede que te gustaran en su momento, vuélvelas a ver, verás que chasco).

Lloramos con la muerte de Chanquete, con la puta madre de Marco que no aparecía (¿dónde estaba Lobatón entonces? Es más, ¿dónde está Lobatón ahora?), con las putadas de la Señorita Rottenmayer; y nuestra primera canción del verano fue "Los Pajaritos" (1981).

Somos una generación que hemos visto a Maradona hacer campaña contra la droga, que nos reímos de un anuncio que decía que si el Madrid era otra vez campeón de Europa, que durante un tiempo tuvimos al baloncesto como el primero de los deportes.

Hemos vestido vaqueros de campana, de pitillo y de pata de elefante; nuestro primer chándal era azul marino con franjas blancas en la manga (el mismo por el que ahora pagamos fortunas) y nuestras primeras zapatillas de marca las tuvimos pasados los 10 años.

No tuvimos puertas con protecciones, armarios o frascos de medicinas con tapa a prueba de niños. Andábamos en bicicleta sin casco, ni protectores para rodillas ni codos. Los columpios eran de metal y con esquinas en pico, y jugábamos a "lo que hace la madre hacen los hijos", esto es a ver quien era el mas bestia.

Construíamos nuestros propios "vehículos" (que en mi tierra se llaman goitiberas) con trozos de rodamientos para bajar por las cuestas y sólo entonces descubríamos que nos habíamos olvidado de los frenos. Después de chocar con algún árbol, aprendimos a resolver el problema.

Nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley para castigar a los culpables. Nos abríamos la cabeza jugando a guerra de piedras y no pasaba nada, eran cosas de niños y se curaban con mercromina (roja) y unos puntos y al día siguiente todos contentos. La mitad de los compañeros de clase tenía la barbilla rota, algún diente mellado, o alguna pedrada en la cabeza...

Tuvimos peleas y nos partíamos la cara unos a otros y aprendimos a superarlo. Íbamos a clase cargados de libros y cuadernos, todo metido en una mochila que, rara vez, tenía refuerzo para los hombros y, mucho menos, ruedas.


Entramos al colegio cuando el 1 de noviembre era el día de Todos los Santos y no Halloween, cuando todavía se podía repetir curso, los últimos en hacer BUP, COU y FP. En los recreos, no todos participaban en los equipos. Los que no lo hacían, tuvieron que aprender a lidiar con la decepción.

Ligábamos con las chicas persiguiéndolas para tocarles el culo y jugando a beso, verdad y atrevimiento, no en un chat diciendo :) :D :P

Somos los primeros en incorporarnos a trabajar a través de una ETT y a los que no les cuesta un duro echarnos del curro.

Siempre nos recuerdan acontecimientos de antes que naciéramos, como si no hubiéramos vivido nada histórico. Nosotros hemos aprendido lo que era el terrorismo contando chistes de Irene Villa y Ortega Lara, vimos caer el muro de Berlín y a Boris Yelsin borracho tocarle el culo a una secretaria.

Gente de nuestra edad fue a la guerra (Bosnia, etc.) cosa que nuestros padres no hicieron; gritamos “OTAN no-bases fuera”, sin saber muy bien qué significaba y nos enteramos de golpe un 11 de septiembre.

Aprendimos a programar el video antes que nadie, jugamos con el Spectrum, vimos a Perico Delgado anunciar los primeros móviles y ganar el Tour de Francia, antes que Indurain. Creímos que Internet sería un mundo libre. Somos la generación de Espinete, Don Pimpón y Chema. Quién diría entonces que años más tarde, con España integrada en la UE, aquella niña morena habría de enseñarnos sus vergüenzas (Ruth Gabriel) en películas nominadas a grandes premios de cine.

Los que recordamos a Enrique del Pozo cantando con Ana (Amigo Félix...), los del incomparable "Planeador abajo" de Mazinger Z, los de Ulises 31 y Comando G.
Somos la generación que fuimos al cine a ver las películas de Parchís, y que durante años creímos que el de rojo (como quien dice el de en medio de los Chichos ) era Enrique Búmbury. Los que crecieron escuchando a Europe y a ese grupete de imitadores que les salió, unos tal Bon Jovi. Los de la explosión del Challenger, la cantada de Arkonada, Los mundos de Yupi y las pesetas rubias. Nos emocionamos con “Superman”, “ET” o “En busca del Arca Perdida”.

Comíamos Phosquitos y Tigretones, aunque las “Pantera Rosa” eran lo mejor. Aquello que empezaba por entonces (una cosa llamada Bollycao) no estaba del todo mal, pero no tenía suficiente chocolate. Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos. Si acaso alguno era gordo y punto.

Somos la generación del “Tocata”, “La Bola de Cristal” (solo no puedes, con amigos sí), el “Follow Me”, "El coche fantastico", "Oliver y Benjí", "La Abeja Maya",el triposo "Planeta Imaginario", “Los Toreros Muertos”, “La Orquesta Mondragón”, el “abrazafarolas” del butano y el Mississippi de Pepe Navarro con su inimitable Pepelu.
La generación de la quinta del Buitre, de Hugo Sánchez, de Biriukov, Del Corral, Corbalán, Romay y que nos traumatizamos con las muertes de Fernando Martín y Petrovic (¿quién coño juega hoy en el Madrid de baloncesto?).

El 600 era el utilitario normal, el 124 un coche familiar y el 131 una berlina de lujo. Mirando atrás es difícil creer que estemos vivos, porque nosotros viajábamos en coches sin cinturones de seguridad traseros, sin sillitas especiales y sin air-bag, hacíamos viajes de 10-12h con cinco personas en un 600 o en un Renault 8 y no sufríamos el síndrome de la clase turista.

El 23F nos pareció un buen día porque no hubo clase y ponían dibujos por la tele.

Nuestro grito de guerra fue "Tigres, Leones, todos quieren ser los campeones", "¿cómo están ustedes?" y descubrimos a las mujeres gracias a tirantes de una tal Miriam Díaz Aroca. También la generación que se cansó de la de ver las Mama Ciccio, Cacao Maravillao y las chicas Chin-chin de “Ay, que calor…”

La generación a la que le entra la risa floja cada vez que tratan de vendernos que España es favorita para un mundial. La última generación que veía a su padre poner la baca del coche hasta el culo de maletas para ir de vacaciones. La última generación de las litronas y los porros, (porque lo que se lleva ahora es ponerse hasta el culo de pastillas) y qué coño, la última generación cuerda que ha habido!!