1 año y 12 días
Koh Lanta es la Formentera de Koh Phi Phi. Algo aun virgen e increíble para espíritus solitarios. Es el paraíso en la tierra. Era el paraíso en la tierra.
La última mañana en Koh Lanta me levanté para ver la salida del sol. Una de las más bonitas que he visto, o quizá por los motivos que son, una de las más bonitas que recuerdo. Miré a Koh Phi Phi. Y recuerdo que pensé que nunca jamás podría pasar nada malo en un sitio así.
Llegué a Barcelona, y de ahí a Maternal City. Y fue en Maternal City cuando vi unas imágenes en las noticias. Fue cuando reconocí el 7eleven del embarcadero. Fue cuando me quedé pálido. Fue cuando me eché a llorar. Fue cuando Maternal me abrazó y me dijo: Hijo, menos mal que estás en casa.
Ayer vi imágenes de ese y de los 2 siguientes días. Imágenes que no había visto hasta ahora. Vi a mi antiguo instructor de buceo llorando abrazado a un cuerpo. Vi a una pareja de franceses que estaban alojados en los mismos bungalows que nosotros y que nos contaron que querían pasar la Nochebuena allí. Vi el embarcadero, el mismo donde Claire y yo nos habíamos despedido no hacia ni dos semanas, hecho añicos… y yo también me hice añicos…
8 Comments:
PRIME? síiiii!
Los paraísos a veces se convierten en infiernos en un segundo...
Niña, qué mal día, por Dior!
Troy, tu post de hoy es conmovedor... Con lo que a mí me gusta que hables de tus viajes, no me esperaba este final...
Hablando de viajes, ¿quieres argo de Mil-Ano? (aun a riesgo de repetirme) ¿O vas servido de italianeo?
Tiatiatia, que solo te leemos nosotros hoy, qué fort. La blogosfera ha muerto...
que duro.. pero eres afortunado
:*
biotza...
Vaaaaya...
Si para todos fue tremendo, entiendo que para ti aún más.
Bufff...
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Feliz 2006
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