Quien a buen árbol se arrima… cien mil moscas acudieron

Anteayer salí de casa, me fui a trabajar, y todo era normal.
Salí de trabajar, volví a casa, y era Navidad.
Lo mismo me ha pasado con hacerme viejo.
Un día cambié las bravas para “cenar” antes de salir de fiesta, por tres platos y postre antes ir a tomar unas cañas. Más tarde ha sido la cena en casa de amigos y dvd en casa… y ahora estoy a punto de poner un anuncio en "La Vanguardia" que diga: "Cambio listasvip por manta de un dedo de grosor y mando a distancia".

El que otrora fuera un animal social, al que cada noche se le quedaba corta para hacer, decir, ir y saludar, está desarrollando una vertiente hogareña digna de Bree Van de Kamp.
Imagino que mi vida social necesita un poco de movimento, después de un par de fines de semana de frío (me temo que no intenso aun, pero frío al fin y al cabo) sumido en el calor del hogar, compartiendo horas con Robert D. Kaplan en las manos, con Derrick en una oreja, con Ran (recién llegado de Tel Aviv) en las manos y con JCDLC al otro lado del adsl organizando “Sonrisas de Bombay”

El martes me llama Rick y me confirma que el jueves es la inauguración de Gurú, nacido de las cenizas de lo que una vez fue referente de la vida social barcelonesa; el mítico Salsitas.

El viernes trabajo, y como soy tan viejo, si el día anterior he salido lo hago fatal y con muy mala leche, así que decido no ir. Además para colmo me ha salido una calentura asquerosa (recuerdo del frío que pasé en la escapada con Derrick a Girona) que llevo convenientemente sepultada bajo ¼ de kilo de Aciclovir.

Pero tengo un día de mierda en el trabajo y llego tan tarde a Barcelona que si me voy para casa me va a dar la sensación de que solo trabajo y duermo… así que paso por Vino Tinto. Y allí se encargan de convencerme de que DEBO ir a Gurú.

Troy van de Kamp (Cold Sore Mode On) se encuentra con laniña (con minúsculas, no confundir con La Niña), que me dice que hace mucho que no nos vemos y que a ver cuando quedamos… Oscar me propone un cine para el sábado, al que respondo que “sí,claro,nosllamamos”. Kike me reprocha que no contesto a sus mensajes y un poco más tarde Laura me ofrece ir a tomar una copa más tarde a su casa.

Dicen los biólogos que el ser humano, como animal que es, emite señales en forma de olores. Dicen que se debe a algo llamado hormonas…
En la historia del mundo, y desde que el mundo es mundo, el colmo de la atracción hormonal es el hecho de que estés “ocupado”. En cuanto se huele que has salido del “mercado” y se te deja de “ver” los morbos se disparan.
O por lo menos esa es la conclusión que pude sacar esa noche...