A bunda

Desde mis más primitivos (en el tiempo y en lo cromañón) recuerdos mis amigos han estado obsesionados con los pechos, y duerante buena parte de su adolescencia, Televisión Española se encargó de alimentar sus prolíficas mentes (y fantasías) con personajes como Samantha Fox, Sabrina o Angela Cabagna.

Todo era perfecto en tetalandia. Pechos en Nochevieja, tetas cuando empezó Telecinco, peras en Canal+. Sobredosis mamaria los 7 días de la semana. Y mis amigos encantados.

Yo no le pillaba el punto a las tetas. Si, quedaban bien, parecían suaves y turgentes, pero morbo, pues más bien poco.
Yo en cambio era un proscrito al que le gustaban los culos. Y para mi pesar ni Sabrina, ni ninguna, lo enseñaba. Tenia que recurrir a películas de dudosa procedencia para ver culos en condiciones. Y recuerdo con especial devoción (y un comienzo de erección) el poster de Adriane Galisteu, novia por aquella época de un pre-difunto y pluri-campeón Ayrton Senna. De hecho, y para no mentir, la foto no era de ella, si no de su espalda. Y para ser honesto del todo, tampoco era la espalda completa… si no más bien donde perdía su nombre. Gracias MAN por haber hecho esos reportajes tan instructivos.

El domingo pasado, estaba comiendo con mi madre sentada a mi derecha y con Selby a mi izquierda. Por si la situación no fuese ya lo suficientemente bizarra en la tele salió un tío, bastante atractivo debo añadir; que se quitó la cara y resultó ser un actor famoso; que se quitó la ropa en clara imitación JamesBluntiana y nos plantó el culo delante de mi augusta madre, un nervioso Selby y un atónito servidor. Una fuente con ensalada y la bandeja del pan nos separaban del culo de Eduardo Noriega a la hora de la comida.

Ayer en cambio estaba tomándome el café, Selby dormía y yo pensaba en mis cosas mientras ojeaba el periódico por Internet cuando sin avisar me encuentro otro culo (bastante diferente del de Noriega) debajo de un albornoz. Aparentemente los servicios secretos germanos ya no son lo que eran, y yo no tengo nada en contra de Angela Merkel ni en su favor, pero esto no se hace… ni a ella ni a nosotros; que tampoco tenemos culpa.

Vale, llamadme chaquetero… pero es que estoy empezando a pensar que después de años soñando con culos… igual debería pasarme al bando de las tetas.