La Invasión de los Ultracuerpos
Los neogordos son (por no decir “somos”) fácilmente identificables. Y están (por no decir “estamos”) por todas partes. Tu vecino es un neogordo y no te has dado cuenta. O quizá tu compañera de la oficina. O es más; puede que tú mismo. No es difícil.
Durante las vacaciones (estivales o navideñas, da igual) nos hemos atiborrado a todo. Y cuando digo todo; quiero decir to-do. Y en muy poco tiempo. Somos a la humanidad lo que las ocas al foie. Y nuestros cuerpos han evolucionado a lo ancho. Durante una temporada lo has ignorado por completo, aunque sabes que los chuletones de tu suegra con los pimientos rellenos de tu madre y los caracoles de tu hermana pasan factura… pero siempre crees que les ocurrirá a otros y que tú nunca serás un (neo)gordo. Pero amigo; estás equivocado.
Ves que poco a poco los pantalones te empiezan a apretar. Que recuperar el móvil que llevas en el bolsillo cuando estás sentado es casi imposible (y con más maña y fuerza de lo habitual). Pero te niegas a reconocer que has engordado o, si lo haces, dices que es normal y que tu metabolismo lo absorbe. Y una mierda.
Empiezas a medir un flotador que ha aparecido o, en según que casos, toma grandes dimensiones. Y no lo reconoces públicamente. Es más, caes en el patetismo de ponerte los mismos pantalones de hace 2 años y dices: “¿Ves? Me siguen valiendo.” Pero los vaqueros apretados son a tu tripa lo que un wonderbra a unos pechos de talla 90: grotescos. Y todos se dan cuenta menos tú.
Hasta aquí, querido amigo neogordo, no me molestas. Pero abstente de venir a mi clase hasta que yo deje de serlo. Que estaré de mucho mejor humor.
16 Comments:
Hombre, no se... si es mortal kombat siempre les puedes dar bien de hostias...
no te martirices, troy. will te quiere como eres, gordo.
Nunca creí que alguien como tú cayese en un topicazo como el de engordar después de casarse...
Claro que para evitarlo lo mejor es hacer como yo y llevar el michelín de serie.
uy, para eso mimanué está tomando nopalina desa, que dice que es estupenda y se te queda un figurín que ni un intensivo de la Wii. Yo no lo tomo porque además de estar estupendo incluso tras Navidad, esas yerbas me parecen un tanto baratas...
Will: Están sudorosos... (como dirían tus amigas: "iuuuu...")
Nanyu: Me caes mal. Muy mal.
Sota: No confundas la vida marital con el poder de una madre para cebar a un hijo que vive en la lontananza.
Maggie Wang Kenobi: Pues dile que me mande unos kilos de yerbas… que si están tan economicas… habrá que probar…
pol favol, tloy, no te puedes mosqueal pol estas choladas.
ayns, se me ha quedado pegado al paladal un sunbite con pipa de pilasol.
Claro, claro... Porque otros años esa madre no tenía un hijo en lontananza, no?
O también puede pasar lo de ahora, por ejemplo ahora mismo el que te quiere pegar soy yo...ale :P
Nanyu: Para usted Sr. Ex-neo-gordo, Sr. Fonseca...
Sota: Mucho me temo que sí lo tenía, pero no se le notaba tanto (y ahora no me empiece con la edad, que le veo venir)
Will: ¿A mí? ¿Tanto te clavaron en el restaurante? ¿O es que al final no pillaste?
y ahora ya, te acabo de odiar, ea!
Mucho me temo que sí lo tenía, pero no se le notaba tanto
Será que "no se le veía" tanto. Por lo de que estaba más delgado, y tal...
Y desde cuando nos tratamos de usted, señor don Troy?
Will: Que no tonto...
Sota: No lo sé... imagino que después de la respuesta al Sr. Fonseca me traicionó el subconsciente...
Te lo perdono... total estas gordo y susceptible!
Ayer, por primera vez en toda mi vida, me tuve que deshacer de la idea de ponerme un pantalón, porque no me entraba :(
Reve, ¿qué te parece si entre los dos espachurramos a Will hasta que se axfisie?
A mí no me molesta tanto el peso sino cómo se te riza los pelos a la altura uber pubis y post ombligo...
Publicar un comentario
<< a Dereklite