Star System

El otro día tomando un café, me contaba uno de los tíos de seguridad que hay en el sitio donde trabajo (un policía nacional retirado) que cuando Madonna estuvo en Barcelona en el 90, durante el Blond Ambition Tour, salió a hacer footing nada mas y nada menos que por la Rambla. No se me ocurre un sitio peor. Ya me estresa el overbooking de guiris que sufren las baldosas de esta calle siendo anónimo, con que imagina lo que puede ser si eres la Ambición Rubia…

Estaba alojada en Le Meridien con su séquito entre los que se encontraba una doble. Recordé haber leído en su día el tema de la doble pero mi perturbada mente había comprimido este recuerdo en un intento de desfragmentación de mi memoria ram. El plan consistía en mandar a la doble con gafas de sol (las Lennon Style horrorosas que se llevaban entonces) y una gorra en un Mercedes para que toda la prensa lo siguiera mientras ella salía escondiendo su 1’54 m entre varios gorilas.

En aquella época pre-yoga y pre-kabbalah, me comentaba la misma persona, que lo mismo dilapidaba una fortuna en Dolce & Gabbana (antes de que la firma se convirtiese en lo que hoy es, recordemos que corría el año 90) que montaba en cólera por llamadas hechas por algún bailarín a su familia en USA desde su habitación. Me dijo: "Es que estos famosos tienen el cerebro podrido".

Yo tengo un problema y es que soy demasiado empático. Me gusta analizar las situaciones desde todos los puntos de vista que se me ocurren y en este caso, más fácilmente que en otros, me di cuenta de que el comportamiento en cuestión tampoco era tan raro. Yo mismo soy capaz de agotar mis recursos económicos con la misma facilidad que me cabrea hasta el infinito (y más allá) que me cojan algo sin permiso. De manías estamos todos llenos.

Lo que sucede con esta clase de gente (a los famosos clase A me refiero) es que se les diviniza. No solo sus seguidores/fans/llámalocomoquieras, si no la gente que les rodea, de hecho sus mismos familiares forman una aureola de misticismo alrededor de ell@s que ni Santa Teresa de Jesús.

Por mi trabajo tengo el dudoso privilegio de poder comprobarlo "in-situ". Lo he visto con los Rolling Stones, con Bruce Springsteen, con Halle Berry, Drew Barrymore y un sinfín mas… El caso es que realmente estas personas son super sencillas! Son como todo el mundo, beben, se mean y no encuentran ningún baño (Gwyneth Palthrow), se les escapa un pequeño erupto hablando y se mueren de la vergüenza (Halle Berry), les coges a los niños en brazos para que puedan firmar un autógrafo (Dolores O’Riordan), tienen que saltar porque no se les ve en un ascensor lleno de gente y tu crees que la has perdido (Kylie Minogue es tamaño Barbie), etc, etc, etc... Se ríen contigo lo mismo que con los chistes privados, exclusivos y selectos de su camarilla.

Pero es ésta misma la que no deja (o intenta no dejar) que esto se vea… no sea que se les desmitifique. Como conseguirlo??? Muy fácil y por email o fax: Por favor asegúrense de que Mariah Carey tiene tanto en su camerino, en la habitación del hotel y en el coche que la lleve un ramo de 36 rosas blancas, 5 botellas de zumo de arándano, 5 botellas de agua sin gas, bolsas de gominolas de varios sabores bajas en calorías y sin azúcar y un espejo de cuerpo entero (en el coche también? Que tipo de coches creen que hay en este país? De caballos?) Al final, todo se queda sin tocar. Ella no lo exige. Lo exigen en su nombre. Mark Knopfler llego a preguntar a ver quien había pedido que se llenase su habitación con tanto “so silly stuff”

Por otra parte debo reconocer que hay otros, los menos abundantes, que si ejercen de famosos. Léase Pierce Brosnan, Phil Collins o Whitney Houston, que ha sido la ultima en añadirse al grupo. Son los típicos casos de estrella venida a menos que se dedica a hacer anuncios de cava porque le jubilan como agente 007 o mini conciertos privados para multinacionales (en el caso de la Houston una empresa automovilística japonesa). Se quejan por el clima, la comida, si hay Coca-cola porque no hay Pepsi, y si no al revés, por la mañana, por la tarde, se pasean por los bares de los hoteles con el objetivo de que la gente les reconozca y poder llamar a seguridad diciendo que se les acosa… Desde el rodaje del anuncio de Freixenet no puedo ver una película de Brosnan (y mira que me caía simpático antes de conocerle) y mi sistema nervioso amenaza con un tremendo colapso si oigo una vez mas el "ail olgüeis lofyu".