Comer, trabajar, dormir, follar

Estoy atravesando un periodo fundamentalmente básico en mi vida. Esto es, mis necesidades básicas son las únicas que se cumplen junto con el honroso deber.

No sé si es que tengo que hacer/hago demasiadas cosas, que no tengo tiempo, o que el tiempo libre lo administro mal, pero éstas son las cuatro cosas que rigen mi existencia planetaria en este momento. Si quiero interrelacionarme con amigos, familia, actores de televisión, visitas, conocidos y/o aeromozas debo hacerlo en alguna de estas tres fases.

Siguiendo la línea natural; como con amigos y conocidos, duermo con familiares y visitas y follo con actores y aeromozas, pero esto (como todo en la vida) es susceptible de ser variado, intercambiado o combinado.

La vida es dura. Todo es cuestión de ser ordenado.

Speechless

¿Vivir de las rentas? Puede...
¿Trama? Definitivamente no...
¿Rigor histórico? Tampoco...

Ni puta falta que le hace...

(mi) KARMA (en) KOMA

Hace un par de semanas, en un estresante montaje con muchos presidentes, directores, directores adjuntos, asistentes de directores adjuntos, y demás prensa rosa empresarial cometí el grave error de pasar (aunque fuera corriendo) por debajo de una escalera.

También cometí el error de bromear con la tipa que lo pagaba todo aquel tinglado (incluyéndome a mí) sobre lo poco práctico que resulta ser supersticioso en según qué trabajo.

Dos días después media colección otoño-invierno 2006-2007 desaparecía junto con la ventanilla trasera de mi coche. Una semana después el espejo retrovisor (del mismo coche) salia volando en pedazos como en un videoclip de Massive Attack, muy a cámara lenta mientras el coche (de los mossos) se iba muy rápido. Ese mismo día me confirmaron que mejor no hacía planes para el findesemana, porque tendría guardia. Durante esa guardia me entró un cliente y me invitó a cenar en Can Travi; le esquivé en tres tiempos, pero no lo suficientemente rápido como para que el cachondeo se generalizara. El domingo mi ordenador dijo: Ahí te quedas tío; estoy hasta los megapíxels de tí, de tu música, de que me tires encima un día sí y otro también un cenicero/vaso/móvil/ipod... y se fue al cielo de los portátiles.

Realmente tengo suerte de no ser supersticioso... porque trae muy mala suerte...

Quien tiene un amigo tiene un h**o de p**a

Nunca pensé que me enteraría de su muerte en una cena de despedida; y mucho menos en la de Mad.

Sólo tenía dos años y tres meses, aunque seguramente muchos consideren que ya estaba muy mayor y un final así siempre sería más digno que una lenta agonía.

Dereklite murió. Viva Dereklite.

De hecho esto no es exactamente verdad. He intentado matar a Dereklite solamente por ser coherente conmigo mismo, pero (como todos sabemos que tengo la coherencia de una chincheta) sólo he conseguido que Dereklite esté en estado de shock tras recuperarse de un fulminante coma.

Todo ello provocado, fundamentalmente, por Mr. Raygth y por Titus. Que no sólo se contentaron con haber dado con él, haberlo impreso con premeditación, alevosía y nocturnidad, si no que ahora pretenden difundir si no acepto a sus chantajes.

Yo, mientras tanto, me cago en todos los filósofos que han disertado sobre el poder y los valores de la amistad. Porque no sé los vuestros, pero mis amigos se han propuesto pasarse por el forro de los santos mentones todos los decálogos, manuales y preceptos de “lo que es ser un amigo”.

Concretamente los míos, si te ven apagado o triste, no se plantean si pasa algo malo. Te fríen a emails guarros y cerdadas varias (Titus Style) o te inflan a Estrellas (Mr. Rayght Style)... y ya se te pasará.
También te obligan a que “prostituyas” tu número de teléfono para poder ir por la patilla un día a tu gimnasio y hacerte quedar como el culo delante de todo el mundo.
Lo mismo que llegan a tu casa, te dicen que es una mierda, abren la nevera, te putean porque esta vacía y monopolizan la tele. En este último apartado también incluimos llegar absolutamente etílico y dormirse en tu baño.
Estos amigos también se suelen dedicar a enviar emails a los hoteles que te alojarán en las próximas semanas, riéndose de ellos, de si tienen (o no) vacas, y de lo bucólicos que son.
Son los que te llaman al trabajo, o mientras conduces porque se aburren; pero son incapaces de contestar si ven la tele, echan la siesta o limpian la casa (por no hablar de cuando están follando y/o cagando).
Si osas llevarles a casa de tus padres, son los primeros en poner porno gay en la tele, o decirle a tu madre que llevas una vida “de lo más disipada”.

Ciertamente yo no tengo amigos, tengo hijos de p**a…

Troy: disconnecting people

Los piscis con ascendente piscis somos así. De repente vemos un geranio y es como si el espíritu de Siddartha Gautama nos invadiera. Con un olor o con una melodía entramos en un éxtasis introspectivo que dejarían a Santa Teresa de Jesús a la altura de Paco Porras.

Llevo 3 días inmerso en un proceso de sofronización galopante.

Y la culpa es de Calvin & Hobbes.

He doesn't live here anymore

Mi fin de semana se ha caracterizado por lo que viene a ser la rutina diaria de Kate Moss: mucho teléfono móvil, muchas compras y mucha policía.

Todo comenzó mientras yo imploraba piedad a Katja, en mi segunda clase “Advanced” de Mortal Kombat, cuando a escasos metros de mí y de mis súplicas desaparecían dos camisas Loewe, el mismo número de camisas de Titto Bluni, otra de Antonio Miró y una última (y no por eso menos cara) de Massimo Dutti; dos trajes de El Corte Inglés, una maleta pequeña de viaje Armani con un par de pantalones Diesel y una camiseta G-Star dentro y, por supuesto, la ventanilla trasera del coche.

Tras el cabreo inicial vino el cabreo monumental… pero ver que las Prada seguían esperándome fieles en la guantera hizo que no maldijera el destino del mundo y culpara al Gobierno de todas las catástrofes universales (las/mis gafas de sol encabezan el ranking de las/mis posesiones más hurtadas/perdidas). A la vez que las acariciaba repitiendo “mi tesorooooo” como mantra, llamé a la policía (de todo).

Invertí el sábado y varios cientos de euros en intentar paliar el déficit camisero que comenzaba a padecer.

Cuando pierdo/me roban algo quiero volver a tenerlo, no como rabieta, si no que tiendo a comprarme el mismo modelo de mochila/gafas/camisa, o en su defecto, el más parecido. Así que Titto Bluni azul clarito y Titto Bluni color crema se transformaron en Cacharel azul clarito y Cacharel color crema, Loewe a rayas azules en Versace a cuadros azules y Antonio Miró Primavera/Verano 2006 en Antonio Miró Primavera/Verano 2007.

Volví a casa hablando con Víctor que estaba en Sri Lanka (y se acordó de mí, así sin más) sobre la familia y sobre los armarios y me alegré de que todo fuese bien.

El domingo por la mañana desayuné con Same y hablamos de Víctor, de Sri Lanka, y de cómo se lió la manta a la cabeza y dejó: a) de ser policía y b) a mí; de la noche a la mañana y sin dar más explicaciones. Después de la conversación me sentí doblemente robado y decidí que el lunes no iría a trabajar.

Barcelona está apagada

Anoche, después de sudar a chorros a ritmo de “Amadeus”, improvisamos una de esas cenas a ciegas, en las que la mitad de los asistentes no conoce a la otra mitad con la excusa. Llegamos al Market en cuatro tiempos y (yo) con mucha sed. En un mundo perfecto, diplomático y protocolario habríamos estado sentados tres en un lado y tres en el otro, pero como lo divertido es improvisar, a mí me tocó enfrente de las dos personas que no conocía.

Ella me pareció estupenda, muy elegante y me recordó bastante a una amiga de Maternal hace algunos años. El tardó en llegar, saludó, se sentó con desgana y se puso a hablar de trabajo.
Ella observaba, escuchaba y miraba a los ojos cuando hablaba. Él y su labio superior no.

Encuentro profundamente irritante la gente que levanta el labio superior todo el rato. Me dan la impresión de que piensan que me hacen un favor otorgándome el honor de poder cenar/salir/comer/trabajar/follar con ell@s mientras ell@s podrían estar cenando/saliendo/comiendo/trabajando/follando con gente mucho más interesante y con mucho más éxito que yo. Y eso me pone de muy mala leche.

Mis correctas formas y yo aguantamos el tipo estoicamente mientras él y su labio superior siguieron informándonos de sus ipés, imasdés, iemes, cetrespeos, y muchas más siglas que me aportaron lo mismo que un monologo de Aída Nízar, hasta que comenzó su particular cruzada “Madrid mola vs. Barcelona está apagada”.

Madrid tiene sus cosas buenas, Madrid tiene sus cosas malas. Barcelona tiene sus cosas buenas, Barcelona tiene sus cosas malas. Es un tema tan trillado, tan aburrido y tan peliagudo que me hastía. Pero de repente me pareció tremendamente interesante conocer su argumentación.

“Barcelona está apagada” me dijo.
“¿Pero a qué te refieres exactamente? ¿A cultura, a vida nocturna, a negocios…?”
“Está apagada… tío… Barcelona está apagada…”
“¿Profesionalmente dices?”
“Apagada… Barcelona está apagada”
“No sé desde qué punto de vista, en serio…”
“Barcelona está apagada”
TroyPelotasHinchadasModeOn y bajo a la atenta mirada de ella: “Bueno la frase, como slogan, tiene su punto… pero si no salimos de ahí…”
“Está apagada tío… pero no quiero discutir… es lo último que te digo”
(“Hombre, también ha sido lo primero y… lo único…” pienso) pero logro morderme la lengua.

Me centro en el postre y pienso que su creativa mente argumentará en varios meses “UK rules vs. Spain is swichted off” cuando su labio superior y él dicen: “y no creas que soy madrileño, soy de Irun, pero no me gusta decirlo”.

Madrid mola. Barcelona mola. Irun mola. Pero gilipollas hay en todas partes.