Miró. Antonio Miró.
Antonio Miró probablemente haga las camisas más chulas y que mejor me sientan del mundo. Soy muy fan suyo y de su obra. Eso no lo pongan en duda. Y si hablamos de su ropa; hablamos de sus fiestas. Fan y punto. Es una verdad universal así que no me discutan…
Pero el Antonio Miró al cual admiro y defiendo es voluble en sus relaciones. La relación diseño-precio es óptima, sin duda. Pero en cambio es el mayor estafador del mundo mundial en relación calidad-precio.
Es una profunda alegoría de la vida, sí. La belleza y la perfección es efímera. Incuestionable. Pero que el color de una camisa de 180€ no resista 3 lavados es sencillamente intolerable.
Entonces en tu vida se presentan dos disyuntivas: vivir o no vivir a lo Miró. Porque igual que hay cosas Gaultier, hay cosas Miró. La decoración del Hotel Arts es una de ellas. La arquitectura de Calatrava es otra. Las modelos son personas Miró (si entran en la categoría de persona y no en la de elementos decorativos del catálogo de Vinçon). TODO lo gay es Miró. Es bonito y dura poco. Es precioso y tiene muy mala vejez.
Ahora con su permiso, me voy a embadurnar de Biotherm, hacerme envolturas de algas y meterme un rato en el flotarium. Porque Uds son libres de hacer lo que quieran, pero yo no quiero ser Antonio Miró. Yo quiero durar más de 3 lavados.