La mitad del equipo está de vacaciones, y los otros dos jefes (además de Nicky+50) entre ellos. Yo, en lugar de estar puteado (que sería lo suyo) estoy de bastante buen humor pese a tener el dedo índice disparado hacia delante e ir repartiendo órdenes y diciendo “Tú” muchas veces. En estas ocasiones aparece el Sargento Troy y esto, en principio, es una ventaja. Todo el mundo está muy tranquilo porque alguien lo controla todo. Y yo estoy de bastante a muy contento porque todo el mundo está tranquilo porque yo lo controlo todo.
Estos periodos me gustan. La oficina está bastante casi vacía, lo que impepinablemente te acerca a los (otros prigaos) que no se han ido de vacaciones, y se confraterniza mucho y se ven muchas fotos de niños.
Cuando el trabajo es de oficina no me importa que se disfrute de esta especie de vacaciones dentro del trabajo, las pausas del café sean más largas, las horas de la comida se transformen en horaymedias y los horarios de entrada y de salida sean más flexibles. Todo dentro de un orden, y siempre y cuando lo que pido esté en los plazos acordados. Pero como la gente está más motivada (por la situación, y porque en cuestión de 20 días, los que estemos de vacaciones seremos nosotros), no suele haber problemas con esto.
El otro día estábamos apenas tres personas del equipo a la hora de comer, así que en vez de hacer lo de siempre, desviamos las llamadas a mi móvil y nos fuimos a comer a un italiano muy bueno cerca del trabajo. Como el teléfono no sonó, estiramos los cafés y estuvimos de charleta.
-Troy... – me dijo en un momento determinado una de las dos.- ¿Sabes? Nos caes mucho mejor estos días.
Yo, que soy gallo de pelea, llevo muy mal los comentarios que pretenden ser piropos y reacciono mejor con las puyas pregunté: -Ah, ¿Si?
-Si, no sé. Eres menos pijo y menos borde.- contestó la otra –Además, ahora hablamos más… no sé, igual porque nos pides directamente las cosas sin que pasen por Jessie y James (los otros dos jefes).
-Uhmmm- (gesto de interés) - ¿Así que borde y pijo, eh?
-Bueno, es que en realidad eres menos Lord.
-¿Lord? – pregunto yo.
-Tía…- le increpa la otra con cara de habemus-cagadam.
-Explicadme eso…-
-Bueno, pues se lo inventó alguien de abajo, y ahora todo el mundo te llama así.
Me gustan las críticas constructivas. Pero me he picado y he decidido no llevar a nadie más del trabajo a comer en el Círculo Ecuestre.
Googlereklite: "El Dom Perignon más viejo"